¿Por qué las habilidades emprendedoras serán las más cotizadas?

por María Paula Russo

El futuro es impredecible y nos enfrenta a innumerables desafíos. La mentalidad tradicional de negocios se torna obsoleta y las metodologías que emergen del mundo emprendedor cobran relevancia.

¿Por qué las habilidades emprendedoras serán las más cotizadas?

El foco se aleja de la eficiencia
Fue el principal objetivo del management empresarial del siglo XX. Era clave en un mundo más previsible, pero cuando lo inesperado se torna la norma, priorizar eficiencia sobre flexibilidad puede ser peligroso.
 
La abundancia inaccesible
Peter Diamandis, co-fundador de Singularity University, proclama un futuro de abundancia. Prevé que no enfrentamos un problema de escasez, sino de accesibilidad. La escasez es contextual y el ser humano, a través de la tecnología, puede liberar recursos inimaginados.
 
El sistema de competencias para el futuro
Considerando tanto la volatilidad del futuro como las grandes oportunidades que ofrece, sugiero cinco habilidades emprendedoras para afrontar nuestro trabajo.
 
- Aprendizaje continuo: Las empresas tienen dificultad para desarrollar una cultura de aprendizaje a causa del miedo al fracaso. Los procesos de gestión aún descansan en la eficiencia. La elaboración de presupuestos, la asignación de recursos y el control de riesgos exigen previsibilidad y el rendimiento de los ejecutivos se evalúa en función de su capacidad para controlar el futuro. Sin embargo, pensadores como Salim Ismail, autor de Organizaciones Exponenciales, nos adelantan que “el retorno del aprendizaje sustituirá al retorno de la inversión como indicador clave en las empresas.”

- Curiosidad: Cuando nuestra curiosidad se activa, tenemos un motor encendido para buscar soluciones creativas. Pero, en el trabajo, la mayoría reprime la curiosidad y evita preguntar, para no incurrir en riesgos. Por eso, destaco la frase de Eric Schmidt, ex Director General de Google, en la que explica que dirigieron la “empresa en base a preguntas, no respuestas».

- Conciencia de la potencialidad de la tecnología: Entender cómo operan las tecnologías exponenciales en el desarrollo de los negocios es clave. Es preciso estar en contacto con su evolución y analizar cómo apalancan posibles mejoras o nuevas soluciones al problema que resuelve nuestra empresa, para intentar evitar la disrupción, que es cada vez más frecuente. “Nuestra intuición sobre el futuro es lineal, pero la tecnología de la información es exponencial y eso hace una profunda diferencia” explica Ray Kurzweil.

- Coraje para tomar decisiones: Muchos ejecutivos procrastinan la toma de decisiones difíciles. Esto genera más problemas que las consecuencias que intentan evitar. La obsesión por tomar la decisión perfecta es un gran reto. El futuro exige aprender a tomar decisiones de forma continua, con la información disponible o rápidamente asequible, intentando reducir el impacto hasta ganar conocimiento por medio del testeo, la escucha activa y la medición. “Las buenas decisiones provienen de la experiencia. La experiencia proviene de tomar malas decisiones” según Mark Twain.

- Networking: Es la habilidad que transversalmente nutre el resto de las capacidades. Todo lo que hacemos es a través del otro. Según Francisco Santolo, CEO de Scalabl, “es la disposición a explorar quién es, qué hace y que desea el otro. Implica escuchar sin querer opinar, escuchar sin buscar qué responder, sobre todo, sin buscar tener la razón o emitir juicio”. Implica escuchar lo que tienen para decirnos, bajando todas las barreras de defensa. Al final, la palabra no nos apresa, somos libres de interpretar y elegir. Creo que el mundo necesita más personas que se permitan ser así de vulnerables y puedan pedir ayuda y puedan darla.
 
Para diseñar nuestro futuro, hace falta contemplar escenarios posibles, animarse al desafío que permita crear lo que todavía no existe. Es allí donde estas habilidades, que tanto ejercitamos los emprendedores, se tornan fundamentales para todos.

Otros artículos de Francisco Santolo