Cuando los humanos y la IA se encuentran: singularidad, naturaleza algorítmica y negocios del futuro

por Francisco Santolo

Los seres humanos somos seres complejos y maravillosos y en muchos aspectos respondemos a una naturaleza algorítmica. Nuestro cerebro es una máquina sofisticada, que procesa información y genera respuestas basadas en un conjunto de reglas internas y experiencias previas.

Cuando los humanos y la IA se encuentran: singularidad, naturaleza algorítmica y negocios del futuro

Los impulsos eléctricos y los neurotransmisores, las señales químicas que controlan nuestras funciones corporales y cerebrales, se entrelazan en una danza que es sorprendentemente similar a cómo un algoritmo informático procesa los datos.

Así como un algoritmo informático toma un input de entrada, lo procesa de acuerdo con un conjunto de reglas, y luego produce una salida, nuestro cerebro toma información del mundo, la procesa de acuerdo con nuestras experiencias y conocimientos previos, y produce una respuesta.

En este sentido, los seres humanos somos sistemas increíblemente complejos y sofisticados, capaces de aprender, adaptarnos y evolucionar de formas que ninguna máquina ha sido capaz de replicar aún. Sin embargo, los avances en la inteligencia artificial están comenzando a desafiar esta frontera.

La inteligencia artificial ya está demostrando ser capaz de aprender y adaptarse de maneras que nos hubiera costado anticipar. Las máquinas ya hablan y redactan en nuestro lenguaje (alternando múltiples idiomas, incluso códigos de programación), pueden interpretar nuestras emociones (y lo harán de forma creciente, incluso prediciendo nuestras futuras acciones), y crean arte y música a veces difícilmente distinguible de las de los seres humanos.

El caso es que para los seres humanos, nuestra inteligencia emocional no ha avanzado a la par de nuestro IQ (coeficiente intelectual) y mucho menos que nuestra tecnología. Nuestro autoconocimiento se mantiene en niveles muy bajos, la gestión de nuestras emociones multiplica los conflictos y la división y nuestra falta de empatía y lectura de los otros dificulta las relaciones y la colaboración. Tenemos dificultades para creer en nosotros, auto-motivarnos, ser resilientes y cambiar el miedo a lo nuevo por vivir en el estoico modo "el obstáculo como camino".

La complejidad de nuestra máquina genera complejidad. Multiplica nuestra capacidad de mentirnos y de quedar atrapados en el miedo, nuestros modelos mentales y en nuestros mecanismos de defensa. Dificulta nuestro mayor don y poder, el de la colaboración.

Las tecnologías exponenciales avanzan a una velocidad creciente, muchas de ellas llegando a etapas de democratización, y cada vez definiremos más como individuos su avance y desarrollo. De nosotros depende el nivel de daño que potenciaremos con estas tecnologías o el nivel de cuidado y crecimiento.

La Singularidad se refiere al hipotético punto en el futuro donde la integración entre los seres humanos y la inteligencia artificial será tan completa que las barreras entre la tecnología y la biología se difuminarán.

Este momento representará un cambio drástico, pues las capacidades cognitivas y físicas humanas serán potencialmente superadas y ampliadas por esta simbiosis con la tecnología. En este escenario, la mejora humana a través de la inteligencia artificial y la ingeniería genética, junto con el avance exponencial de la inteligencia artificial autónoma, podría llevar a formas de inteligencia y consciencia trascendentales, superando nuestras actuales capacidades de comprensión.

Sin ir tan lejos, creo que construir hacia atrás desde ese horizonte nos permite como emprendedores abrir la puerta a desarrollos muy poderosos y con impacto positivo para la sociedad.

Por ejemplo, veo en desarrollos basados en IA y otras tecnologías una enorme posibilidad de auxiliar y desarrollar nuestra inteligencia emocional. No estamos lejos de un primer asistente de IA de desarrollo de inteligencia emocional.

A medida que avanzamos hacia el futuro, nuestra humilde comprensión de nosotros mismos (¿algoritmos vivientes?), capacidad de aprendizaje y apertura, combinada con las increíbles capacidades de la inteligencia artificial para auxiliarnos, promete revolucionar la forma en que hacemos negocios y vivimos nuestras vidas.

Comienzo con este artículo una serie ligada a Singularidad, transformación y negocios donde exploraré junto a la AI todos estos temas e intentaré brindar reflexiones, direcciones posibles e inspiración

¿Qué reflexiones surgen? ¿Sobre qué les gustaría que profundice en futuros artículos de la serie?

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