Lo aprendido en nuestra universidad y años de práctica está en jaque. La teoría de negocios ha cambiado por completo acompañando a un mundo complejo. La confusión abunda entre ejecutivos de las mejores organizaciones del mundo.
Comparto un excelente video de Roger Martin que me permitirá ilustrar el punto con un caso concreto:
La confusión entre el tradicional planeamiento estratégico y la estrategia.
Planeamiento estratégico:
Listado de iniciativas, con plazos, indicadores, presupuesto, generadas por distintas áreas.
No siempre coherentes entre sí, no responden muchas veces a una estrategia integrada.
Orientado al control y aplicación de los recursos (fundamental que sean medibles)
El control de la ejecución de las iniciativas está en nuestras manos (lo hacemos bien o no).
Estrategia:
Teoría coherente y accionable de cómo ganaremos (que nos elijan los clientes) en un campo de juego elegido por nosotros.
Apuntamos a alcanzar un resultado competitivo (no depende sólo de nosotros sino del juego entre todos los actores)
Responde a dónde jugaremos, por qué, ¿cómo seremos mejores para el cliente? [La base de la estrategia es la elección de las actividades diferenciales que generarán y permitirán capturar valor]
Angustia de la estrategia: la teoría implica incertidumbre, no hay sensación de control o seguridad de ganar. Sucede si nuestras hipótesis son correctas.
Flexibilidad: es fundamental tener la capacidad de iterar o ajustar la estrategia con la nueva información.